PERSPECTIVAS
PARA APORTAR A UNA REFLEXIÓN:
EL
COLECTIVO CEAAL CHILE CAMINA HACIA NUESTRA IX ASAMBLEA GENERAL
1) El colectivo CEAAL Chile se ha propuesto, como todos nuestros
compañeros y compañeras de CEAAL, desarrollar una reflexión que permita aportar
perspectivas – desde nuestro contexto particular – al debate que sostendremos
como red en el marco de nuestra próxima Asamblea General a celebrarse en Junio
de este año en la ciudad de Guadalajara, México.
A
este respecto, la primera afirmación que deseamos señalar es ratificar nuestra
convicción en el proceso iniciado en el año 2008 y en la necesidad actual de dar
continuidad al debate y toma de decisiones que
nos permitan ir profundizando el desarrollo de este proceso.
2) Un primer planteamiento que deseamos compartir, dice relación con la
idea de “movimiento”, en un contexto en que los procesos y las capacidades de
comunicación resultan fundamentales. Percibimos
dos nociones en la idea de “movimiento”: por una parte, la noción de
“movimiento” nos sugiere la necesidad de flexibilizar la estructura del CEAAL
para avanzar hacia una dinámica que sea poli funcional y que ahonde, también,
sus características multi proxémicas, avanzando hacia una dinámica que sea
capaz de ayudarnos a actuar con mayor sentido de pertinencia en los distintos
contextos en los cuales se insertan las praxis de las organizaciones que
integran CEAAL. Los contextos locales y nacionales (aunque interrelacionados e
interdependientes) son particulares y de dinámicas propias que requieren de
enfoques apropiados a esas particularidades. Muchos esfuerzos de generalización
política y conceptual en la región tienden a minimizar procesos sociales,
culturales y políticos locales de enorme riqueza. Esta actitud reflexiva y
vigilante, es relevante en tanto ayuda a reafirmar el carácter autónomo de
CEAAL, que nos ayuda a no descuidar el sentido crítico de nuestro pensamiento y
de nuestra acción, distanciándonos de posicionamientos políticos que pueden, al
calor de entusiasmos contingentes, extraviar el foco central de CEAAL que son
precisamente, los sujetos sociales, las comunidades, los pueblos. De esta
dimensión, se desprende la necesidad de revisar la estructura orgánica, los
aspectos normativos, programáticos, etc., que sintonicen con el sentido más
preciso del carácter movimientista que anhelamos imprimir a CEAAL.
Por
otra parte, esta misma noción de “movimiento” nos evoca la idea de ampliar
nuestros relacionamientos, alianzas y articulaciones con actores sociales que
se encuentran desarrollando distintas praxis que son reconocibles bajo el
concepto de “movimiento social” y que, muchas de ellos, muestran una capacidad
mayor a la nuestra por generar impacto político o socio cultural en lo que
respecta al desarrollo de una pedagogía de la liberación. En este sentido, la propuesta
de hacernos movimiento, es una gran estrategia que nos asegura un crecimiento
en calidad teniendo como propósito lograr
que nuestro accionar se articule sinérgicamente con nuevos y variados grupos.
Muchas
de nuestras organizaciones (hablando desde Chile, por ejemplo), se encuentran
presionadas y condicionadas por los contextos normativos, técnicos, políticos e
institucionales que supone el ser parte de la construcción de políticas
públicas. En ese espacio nos ubicamos desarrollando estrategias para posicionar
enfoques éticos y políticos distintos, emancipadores, humanizadores, problematizando
la forma y el fondo en que se lleva a cabo la política pública con las
distintas comunidades y sectores sociales. Este esfuerzo es inmenso, exigente,
a veces desgastante, y requiere ir renovando energías, sentidos y apuestas para
su sostenibilidad y sustentabilidad política. Por esa razón, la ampliación y
diversificación de “núcleos” o “nodos” de acción colectiva y de sus formas de
relacionamiento y quehacer conjunto, ayudarían a nuestras organizaciones y al
CEAAL en su conjunto, a fortalecer el carácter de nuestro trabajo, de nuestra presencia,
de nuestros aprendizajes, de nuestro hacer y saber.
Consideramos
que ambas dimensiones (una hacia adentro y otra hacia afuera) deben ser
revisadas a la luz de nuestras reflexiones y debates.
3) Esta reflexión debe, al mismo tiempo, actualizar los principios
orientadores que dieron nacimiento a CEAAL, esto es, desarrollar y fortalecer
procesos de Educación para alentar una transformación política y cultural en
américa latina y caribeña. Se trata, en este sentido, de un proceso que permita
tornar pertinente y vigente la inspiración ética y política que da sentido al
quehacer de CEAAL en el actual escenario de nuestra américa latina y caribeña.
4) Un elemento que necesitamos conversar y dialogar y respecto del cual
nuestro colectivo manifiesta inquietud creciente, es el que refiere a la noción
misma de “movimiento”… ¿Hablamos de movimiento social?, ¿qué imaginamos o
significamos o simbolizamos al proponernos transformar a CEAAL en un espacio
“movimientista”?, ¿con qué recursos e iniciativas contamos para actualizarnos
como un “movimiento”? Creemos que ir avanzando en una reflexión a este
respecto, nos puede ayudar a visibilizar y poner en diálogo las diversas
visiones que puedan estar circulando en CEAAL y desde las cuales adquieren
contenido las distintas propuestas que se están formulando. Existe el consenso frente a esta decisión que
ya tiene un camino trazado; sin embargo, desde ese “andar” nos parece relevante
hacer un diálogo consciente acerca de qué estamos entendiendo colectivamente
por el carácter “movimientista”.
5) Sobre la orgánica: compartimos la propuesta del colectivo argentino de
considerar una estructura tipo “coordinación”… Naturalmente, esta propuesta
requiere ser enriquecida con ideas que la doten de mayor contenido
concreto. Un argumento para apoyar esta
noción es que podamos brindar a CEAAL un espacio específico en que puedan
converger políticamente las distintas dinámicas locales y generar espacios de
funcionamiento con una agilidad suficiente para procesar mínimamente los
distintos aconteceres políticos que tienen lugar en CEAAL. Procesar esa
dinámica no es fácil y en la actual estructura observamos que, en ocasiones, la
función ejecutiva debilita la función política, entendida como capacidad para
conectar, ensamblar o procesar esas dinámicas o quehaceres.
6) También, puede que la idea de movimiento, en lo interno, esté
implicando revisar otras configuraciones orgánicas como por ejemplo, el “colectivo
nacional” y que puedan ser más coherentes con la construcción “movimientista”…
Creemos, al mismo tiempo, que no es posible esperar que llegados a la Asamblea
General o a otra instancia zanjemos, acordemos o delimitemos aquellas
estructuras orgánicas que expresen mejor la idea del movimiento. Sin duda, es
un diálogo y una construcción que seguirá viva en la dinámica misma de “ser” y
“hacer” movimiento. En el movimiento las dinámicas son abiertas, inciertas,
complejas, ricas, no definitivas, sensibles e inesperadas. Este rasgo
“epistemológico” del movimiento necesita ser mirado conscientemente para
aceptar este devenir y no sucumbir a la tentación del “control”.
Consideramos
que las estrategias e instrumentos comunicacionales de los cuales dispone CEAAL
constituyen una fortaleza para animar estos procesos. En efecto, estos
instrumentos aportan a desarrollar capacidades de articulación entre lo local y
lo global y, al mismo tiempo, posibilita mantener una comunicación amplia y
actualizada del acontecer que está afectando a nuestros países. Así ha sido,
por ejemplo, con el uso de whatsapp que, en el Cono Sur, nos ha ayudado a
mantenernos informados sobre la situación que afecta a Brasil, aportando
significativamente a superar las barreras de información que los medios locales
suelen generar respecto a la situación de los países de la región
latinoamericana y caribeña.
Por
otro lado, también, consideramos una gran fortaleza el carácter soberano de la
Asamblea General que define política y programáticamente a CEAAL. Esto debemos
cuidarlo y fortalecerlo.
7) Asimismo, consideramos y destacamos la importancia que ha tenido y
sigue teniendo en CEAAL, la formación. El proceso que estamos construyendo como
CEAAL ligado a fortalecernos desde una perspectiva movimientista, requiere del
desarrollo de un proceso intencionado que vaya identificando necesidades de
reflexión, de debate, de conceptualización, de sistematización, de generación
de miradas integrales y complejas, para otorgar un marco de saberes,
epistemológico y político al quehacer colectivo.
Este
esfuerzo de formación (en que nuestro colectivo ha ido transitando en los
últimos años de manera sistemática), también, considera que nuestras
organizaciones se planteen la necesidad de interrogarnos acerca de cómo hemos
generado prácticas de Educación Popular, cómo las hemos llevado a cabo, a qué
población va dirigida, qué tipos de relacionamientos promueven, qué saberes
validan, qué tipo de lógica política defiende y construye.
Habitamos
una realidad en la que permanentemente somos desafiados, atomizados,
invisibilizados por un sistema político, social, cultural que tiene como
filosofía fomentar individuos no deliberantes e irreflexivos, con el foco
existencial puesto más en el tener que el ser. Aun así, existen ciudadanos que se organizan
conscientemente con sentido solidario y de transformación, en torno a grupos
que careciendo a veces de una formación
teórica sobre Educación Popular, la realizan en el día a día, en una diversidad
de experiencias dignas de dar a conocer. Y creemos que precisamente CEAAL
debería constituirse en un espacio para ellos.
8) Desde el punto práctico este proceso implica, también, clarificar la
membresía activa y su quehacer. Es fundamental conocer cuáles son las
organizaciones que se encuentran activas no sólo desde el punto de vista formal
/ estatutario, sino que desde la perspectiva ético política, esto es, que su
praxis esté comprometida con una pedagogía para la liberación, con la promoción
de un paradigma emancipador en la lucha por la justicia social y la democracia.
9) En el marco de estas reflexiones, nuestro colectivo valora la necesidad
de participar de forma activa en el debate que CEAAL en términos generales, se
encuentra desarrollando en el marco de la próxima Asamblea General. Asimismo,
también, valora la necesidad de desarrollar un proceso interno de debate y
reflexión que nos permita dilucidar y comprender nuestro propio proceso de conformarnos
como un colectivo movimientista, de modo de ser capaces de reconocer nuestras
posibilidades y capacidades de avanzar genuinamente en esa dirección.
Estamos
convencidos de estar situados y situadas en un camino correcto, que sintoniza
con los principios y orientaciones que son parte sustantiva de nuestras
convicciones políticas, éticas y conceptuales. Se trata de ser capaces de
crecer a conciencia, de instalarnos creativamente en nuestro contexto y de
trazar un rumbo con sentido para canalizar nuestras energías, capacidades y
saberes. Queremos imaginar este proceso
como el viaje de un peregrino que busca llegar, que se propone alcanzar lo
posible. Se trata, en definitiva, de reforzar un camino que nos permita
recuperar nuestra potencialidad sinérgica que nos ayude “a convertir lo posible
en probable y lo probable en realidad”(1).
Colectivo
CEAAL Chile
Consuelo Chaparro
(Entorno)
Edgardo Álvarez
(PIIE)
Mónica Bonnefoy (Caleta Sur)
Maribel Gálvez (Vicaria)
Alejandro Salinas (Canelo de Nos)
Santiago de Chile, abril de 2016
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1 Carlos Calvo M. Del mapa escolar al
territorio educativo; disoñando la
escuela desde la educación. Editorial Universidad de La Serena, Chile, Quinta
Edición; septiembre de 2013.
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