- Algunos aportes para el análisis del contexto LA y Caribe 2016 - CEAAL



Algunos aportes para el análisis
del contexto LA y Caribe 2016 - CEAAL

Luis Sanabria
Oscar Jara
CEP Alforja, Costa Rica
31 de marzo 2016

A continuación, algunas líneas de reflexión en torno al contexto latinoamericano, surgidas principalmente del análisis en torno a los gobiernos progresistas de estas últimas décadas, sobre todo en América del Sur.

      1.      Proyecto político, gestión gubernamental y procesos sociopolíticos/culturales

      - Los gobiernos progresistas asumen el poder del Estado luego de procesos de movilización en rechazo a las políticas neoliberales y sus efectos y también como apoyo a propuestas de cambio, de transformación, que generaron expectativas importantes.

      - Se genera una tensión, que habría que profundizar en cada caso, entre el Proyecto Político Alternativo que convocó a la gente y el proceso cotidiano de administrar el gobierno en las nuevas condiciones.

      - Se percibe que, en la mayoría de los casos, las fuerzas políticas ya en el gobierno, se alejan de las bases sociales, organizaciones y movimientos que votaron por ellas. Uno, porque la gente “descarga” ahora la responsabilidad de gobernar en ellos y baja su presión y participación. Dos, porque las fuerzas elegidas se sienten que ahora ellas representan a la gente y van a gobernar en nombre de ella. Tres, porque actores y liderazgos de los movimientos pasan a ocupar cargos en los gobiernos o parlamentos y quedan absorbidos por la nueva lógica y tareas que deben cumplir, dejando debilitadas a las organizaciones a las que pertenecían.

      - Esta situación nos replantea el tema de la participación democrática como forma de gestión y de ejercicio del poder. Sin embargo, no se ha logrado concretar esas nuevas formas de gestión a través de otra institucionalidad. Se continúa utilizando la existente, con otro discurso, pero se siguen usando los mecanismos burocráticos, verticales o corruptos con los que ha funcionado tradicionalmente el sistema. Eso hace que la lógica burocrática, vertical o corrupta se reproduzca.

      - En Brasil durante el 2013-2014 se intentó generar una institucionalidad distinta de gestión participativa bajo el lema “la participación como método de gobierno”, pero la oposición vetó un decreto de la presidenta Dilma en ese sentido e impidió que se formularan las leyes que construían una institucionalidad participativa.
     - Los partidos y fuerzas políticas de izquierda que en un primer momento se alían para poder controlar el gobierno, entran en pugnas entre sí, con lo que se producen divisiones, confrontaciones debilitándose los frentes constituidos.

      - La confrontación con las fuerzas conservadoras lleva a una progresiva polarización, sobre todo cuando se ven limitadas las opciones de alternancia en el gobierno, agudizándose una confrontación social a veces muy violenta en la que las calles ya no son más sólo de la izquierda, sino que la derecha las toma para tratar de detener algunas medidas, desestabilizar el gobierno, deslegitimarlo o promover un golpe. En esos momentos se ve la necesidad de contar con la movilización popular nuevamente, como componente fundamental de la puesta en práctica de una gestión popular.

     - No se ha generado una dinámica de diálogo crítico entre los gobiernos progresistas y la sociedad civil organizada. Se les pide “estar con el gobierno y apoyarlo” pese a que signifique renunciar a intereses importantes de la gente (caso Yasuní, Tipnis..) con lo que se reproducen formas de colonialismo interno que terminan beneficiando a una clase hegemónica nueva o incluso vieja, por las alianzas y concesiones establecidas por los gobiernos para mantener la “gobernabilidad”. Así, se genera una relación de asimetría: un gobierno puede intervenir un proyecto de las organizaciones o sectores sociales, pero éstas no pueden intervenir en los proyectos del gobierno.

     - Nuestros Estados Nacionales y su distribución política en regiones, departamentos, provincias, etc. no representan las diversidades regionales ni expresan la diversidad plurinacional. Si no se hace una reforma del Estado que garantice que las identidades culturales, geoestratégicas, de unidad socioeconómica o ecológica puedan expresarse y ser representadas. Se requeriría establecer además otras formas de coordinación más abarcadoras, transversales, descentralizadas y permanentes que permitan superar los errores de una representatividad falsa, inadecuada, formal, burocrática, que termina manteniéndose como una instancia de control y de poder de dominio por quienes son elegidos “representantes”

       2.      Las tensiones y dilemas del Extractivismo:

    - La propuesta económica-productiva de estos gobiernos se centró la promoción de alianzas con el agro-negocio y actividades extractivas, principalmente la minería y exploración gasífera y petrolífera, que no rompió las relaciones de subordinación de los diversos sujetos individuales y colectivos con el Estado, permitió posponer la discusión de las reformas estructurales de las economías lo que  reprodujo la concentración de riqueza en sectores dominantes, sin hablar del desastre ambiental que representa la intensificación de estas actividades. 
 
     - Estas tensiones evidenciaron el papel del gobierno como un ente articulado y controlado por una clase política que responde a los intereses capitalistas nacionales y transnacionales, y que como actor se mostró promotor de un modelo de ejercicio de la política que mediante muchos instrumentos-procesos justifica y legitima la desposesión de los territorios en detrimento de los pueblos, comunidades y sujetos colectivos, para beneficio de la acumulación de las clases hegemónicas.

-          Los ingresos monetarios por exportaciones distribuidos a través de políticas sociales, no posibilitaron una gestión social real y participativa, sino que se concentran en aparatos burocráticos y tecnocráticos, que reprodujeron mecanismos de clientelismo vertical hacia las poblaciones más pobres. En algunos casos, estas transferencias sirvieron de compensación por desposesión y no como generación de capacidades. En lugar de una transnacional, se tenía un enclave del propio Estado Nacional.

-          Este modelo se mostró ajeno a cualquier propuesta de transformación y emancipación, dado su fuerte lógica que evidencia el colonialismo interno y relaciones de subordinación de centro-periferia. Finalmente, gracias a los altos precios de las commodities, esto permitió reforzar esta política de subsidios verticales que llevaron a posponer cambios estructurales a nivel económico y financiero, permitiendo la persistencia de altos niveles de desigualdad. La financiación de los proyectos sociales como horizonte de las relaciones con el  Estado, desvirtúa la dinámica y práctica política, al desconocer la necesidad de construir mecanismos de mayor participación para la inclusión de la diversidad de sujetos

-          Evidentemente el tema del daño ecológico es crucial pensando en las próximas generaciones y la supervivencia del planeta, pero mirar críticamente este modelo de recibir ingresos por políticas extractivistas para repartirlo vía políticas sociales, va aún más allá, pues perpetúa relaciones de desigualdad y lógicas de explotación. En algunos casos ha significado destruir procesos de soberanía alimentaria para reforzar la agroindustria y el uso de agrotóxicos.

-          Queda, entonces, pendiente, cuáles serían las propuestas emancipadoras ante esta situación: El tema de transferir efectivo (que tiene efectivamente su impacto como mecanismo de distribución del ingreso), no toca las estructuras de desigualdad aunque mejoren las condiciones de la gente, especialmente si están focalizadas a quienes están en extrema pobreza. No se trata de transferir efectivo para consumir, sino de transferir capacidad de gestión. Significa políticamente tener una mirada estratégtica de emancipación vs una mirada inmediatista o táctica mayoritariamente clientelista y asistencialista. Así, muchos de esos mecanismos utilizados por los gobiernos de izquierda podrían ser copiados por un gobierno de derecha.


        3.      Predominio del electoralismo:

     - Los gobiernos progresistas no han superado la lógica electoralista, utilizándola como el mecanismo de legitimación de sus mandatos, pero sin generar una lógica electoral diferente a la tradicional ni generar un espacio de construcción de poder popular democrático permanente.

      - De ahí que sea necesario repensar el ejercicio de otra forma de construir y hacer política, una que no busca reconocerse sólo o prioritariamente en los tiempos electorales, sino construirse desde el espacio cotidiano a través de mecanismos de democracia participativa complementarios a los de la democracia representativa, generando una legitimidad que sería mucho mayor que la que sólo se obtiene en las urnas.

      - Eso implica también cuestionar y visibilizar los límites que impone una democracia representativa liberal ante la necesidad y exigencia por una mayor participación-incidencia de los sujetos colectivos-individuales sobre los diversos proyectos que proponen o afectan sus vidas. Se trata de reivindicar la política como práctica transformadora, aquella que impulsa la construcción desde la autonomía, la territorialidad e identidad a través de formas de gestión descentralizadas y participativas.

-       Se trata de enfrentar el reto de la transformación social, más allá de la alternabilidad-ciclo electoral, rescatar la idea de proyecto alternativo que politice la gestión gubernamental y le de contenido transformador no sólo en el hacer, sino también el dónde y cómo… y sobre todo en quiénes ejercen y construyen poder. Vigencia por tanto de la construcción de hegemonía en el sentido Gramsciano. Finalmente, reducir el ejercicio del poder al control del gobierno cada cuatro años, lleva pensar la política como proyectos electorales, a buscar votos cautivos, a utilizar tácticas de mercantilización de las y los candidatos, reforzando las lógicas tradicionales y los mecanismos anquilosados de las democracias liberales.

-       Importancia de analizar los poderes fácticos: las tramas de poder que existen por encima, por debajo o al margen de las estructuras formales de poder. El significado de la construcción de relaciones democráticas en los distintos niveles y no sólo hablar de “democracia” en general.

-       Analizar críticamente la despolitización de los sujetos individuales y colectivos, mediante la enajenación del voto y políticas sociales asistencialistas, provocan la circunscripción a lo formalmente legal, invisibilizando las áreas sociopolíticas y culturales en disputa.

-       La democracia representativa introdujo una dinámica que legitimó la desigualdad en el ejercicio de los derechos políticos, blindó y redujo el campo de acción mediante la representación al acceso a la toma de decisiones y dirección política, sumió y condeno la práctica política a una dinámica electoral, y desconoció la existencia de otras formas de organización y prácticas, reduciendo la política a una mera forma de control. La tecnocracia y el verticalismo provocan en la práctica política el predominio de lo procedimental que sirve como eje despolitizador de los sujetos al enajenarnos de los procesos de decisión, formulación y planeación.

-       Debemos hacer un cuestionamiento de un modelo político que mantiene la centralidad del Estado, por la necesaria creación de estructuras y mecanismos diferentes donde se permita el conocer-reconocer-potenciar las diversas manifestaciones-expresiones de los sujetos (individuales-colectivos) en autonomía a través de espacios dialógicos.

       4.      Las tensiones en torno a la autonomía:

      - La necesidad por profundizar la autonomía plena de las organizaciones, sectores y movimientos sociales, como elemento fundante para la construcción de una democracia participativa, en donde no sólo se concibe la participación de ciudadanos y ciudadanas individuales, sino también de sujetos colectivos; donde se reconoce la independencia política, pero también la existencia de la autonomía de las relaciones socio-políticas, así como el reconocimiento de sus expresiones y formas de práctica política.

     - Se trata de reconocer la aparición de sujetos sociales y políticos que construyen procesos emancipatorios al margen de las instituciones actuales (legitimadas por la concepción dominante de la política): sujetos políticos que se organizan-cuestiona-proponen-resisten esta forma de organizarse en sociedad, debe ser visto como un punto de activación de otra forma de procesos democráticos y una llamada de alerta para replantear nuestras visiones y análisis.

     - La tensión constante entre ser concebidos como correas de transmisión de los partidos políticos o como sujetos con autonomía que articulan a través de espacios dialógicos con el Estado sin establecer relaciones de subordinación. Por eso hay que poner atención a los nuevos temas y demandas que van más allá de la satisfacción de las necesidades básicas. Surgen otros temas como estudios universitarios, transporte accesible y ecológico, condiciones de trabajo y seguridad. Indignaciones y movimientos contra la corrupción, el machismo, la discriminación, el maltrato animal…

     - Eduardo Galeano una vez comentó que hay una política que intenta ver al pueblo como ese eterno infante que hay que “ayudarle a caminar”. Este ciclo progresista nos ha demostrado que nuestros pueblos ya no son esos infantes, y desde diversas formas de organización surgen y surgirán esos otros sujetos políticos que en este proceso de tensión-creación irán construyendo una institucionalidad distinta. Doscientos años después esta coyuntura nos aventura a vivir la frase de Simón Rodríguez al referirse del reto de ser América ¨o inventamos o erramos¨.


       5.      Algunos retos para la Educación Popular :

      - La EP debe asumir serios retos para construir y contribuir en la problematización de de la cultura política existente y para aportar a esas otras formas de hacer política, esas otras formas de construir poder y también de construir identidades. Los procesos de Educación Popular tienen razón de ser en la medida que aporten a la construcción de nuevos sentidos.

     - Los procesos de EP deben contribuir a ver “más allá” de las necesidades inmediatas, potenciar las “necesidades radicales” (Agnes Heller) y promover el impulso de cambios estructurales y de generación de capacidades. Ejemplo el programa de Educación para la Ciudadanía que Frei Betto impulsó como condición para impulsar el programa “Hambre cero” en Brasil: no sólo salir de la miseria extrema, sino convertirse en sujeto partícipe, ciudadanos y ciudadanas plenas.

      - La Horizontalidad en las relaciones que aportan los procesos de educación popular, ayudan a prevenir el verticalismo y la unidireccionalidad. La gran contribución política emancipadora de generar relaciones de diálogo en la construcción, ejecución y evaluación de las políticas. Contribuir a dejar saldos cualitativos en las capacidades de las personas, incluyendo una visión crítica de la realidad y una afirmación en las potencialidades de la gente. Las gestaciones de las políticas públicas deberían estar impregnadas de procesos de educación y comunicación popular. (Por ejemplo, no se trata de “dar viviendas” en grandes edificios que terminan afectando el sentido e identidad comunitaria o “regalar becas” para simplemente ingresar a un sistema educativo de baja calidad; ni de tener “más ingresos” para alimentar la lógica consumista y el mercado sin sentido en una lógica capitalista, que terminan reforzando el modelo hegemónico.)

      - Tenemos el reto de construir la política como medio en torno a la necesidad  de entender nuestras prácticas como procesos destinados a buscar una transformación emancipadora, que luche constantemente contra la dominación de los grupos hegemónicos que imponen su visión, forma y modo de política contra los intereses de los diversos sujetos colectivos e individuales, pero también que luche constantemente contra las lógicas de dominación, de liderazgos caudillistas, de aceptación pasiva y clientelista de nuevos(as) dirigentes mesiánicos(as).

     - La experiencia de estos años debe servir para mirar críticamente lo realizado, lo no realizado, las tensiones y contradicciones generadas, etc. analizándolo desde la óptica ético-política-pedagógica de un paradigma emancipatorio integral y planetario, en condiciones en que la hegemonía la sigue teniendo e imponiendo el capitalismo neoliberal con gran poder, astucia y capacidad de manipulación.

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